martes, 25 de junio de 2019

¿Qué edad se recomienda el uso de las redes sociales?

Las aplicaciones de redes sociales son una manera de poder conocer el mundo, comunicarse y conocer distintas personas. Ante esto, la recomendación que se entrega para el uso de las redes sociales para los niños son de los 13 años hacia adelante. 

En esta edad, deben ser supervisados por los padres o adultos responsables del uso de las redes sociales y que puedan conocer la responsabilidad que esto tiene, porque:

"Un comentario o foto que se suba a Internet por medio de las redes sociales, se puede esparcir a una velocidad tal, que no hay forma de poder de borrarla o desaparecerla".

Cualquier persona puede copiar, guardar y distribuir lo que subimos y  saber con que fines los utiliza, es difícil saberlo hasta que algo grave se presente.

Es nuestra responsabilidad supervisar lo que realizan nuestros niños en Internet.



martes, 18 de junio de 2019

Baja Tolerancia a la frustración


Baja tolerancia a la frustración

La frustración es un estado transitorio y, por tanto, no permanente: no hay que confundir la tolerancia a la frustración con la tolerancia al fracaso.

Poca tolerancia a la frustración:

  • Tienen dificultades para controlar las emociones.
  • Son más impulsivos e impacientes.
  • Buscan satisfacer sus necesidades de forma inmediata, por lo que, cuando deben enfrentarse a la espera o postergación de sus necesidades, pueden tener rabietas y llanto fácil.
  • Son exigentes.
  • Pueden desarrollar, con más facilidad que otros niños, cuadros de ansiedad o depresión ante conflictos o dificultades mayores.
  • Creen que todo gira a su alrededor y que lo merecen todo, por lo que sienten cualquier límite como injusto ya que va contra sus deseos. Les cuesta comprender por qué no se les da todo lo que quieren.
  • Tienen una baja capacidad de flexibilidad y adaptabilidad.
  • Manifiestan una tendencia a pensar de forma radical: algo es blanco o negro, no hay punto intermedio.

Para prevenir esta situación y conseguir que el niño tolere la frustración, los padres deben evitar la sobreprotección y no abusar de la permisividad.

  
Técnicas para tolerar la frustración:

 1.    Dar ejemplo. La actitud positiva de los padres a la hora de afrontar las situaciones adversas es el mejor ejemplo para que los hijos aprendan a solventar sus problemas.

      2.    Educarle en la cultura del esfuerzo. Es importante enseñar al niño que es necesario esforzarse. Así aprenderá que el esfuerzo es, en muchas ocasiones, la mejor vía para resolver algunos de sus fracasos.

      3.    No darle todo hecho. Si se le facilita todo al niño y no se le permite alcanzar sus retos por sí mismo, es difícil que pueda equivocarse y aprender de sus errores para saber cómo enfrentarse al fracaso.

     4.    No ceder ante sus rabietas. Las situaciones frustrantes derivan, en muchos casos, en rabietas. Si los padres ceden ante ellas, el pequeño aprenderá que esa es la forma más efectiva de resolver los problemas.

    5.    Marcarle objetivos. Hay que enseñar al niño a tolerar la frustración poniéndole objetivos realistas y razonables, pero sin exigirle que se enfrente a situaciones que, por su edad o madurez, sea incapaz de superar.

     6.    Convertir la frustración en aprendizaje. Las situaciones problemáticas son una excelente oportunidad para que el niño aprenda cosas nuevas y las retenga. De esta forma, podrá afrontar el problema por sí mismo cuando vuelva a presentarse.

     7.    Enseñarle a ser perseverante. La perseverancia es esencial para superar situaciones adversas. Si el niño aprende que siendo constante puede solucionar muchos de sus problemas, sabrá controlar la frustración en otras ocasiones.

     8.    No insultarlo o denostarlo. El compararlo con alguien o algo mencionando que es peor que el otro, genera en el niño una baja de autoestima y aumenta la baja tolerancia a la frustración. El insultarlo con dichos como “poco hombre, mala niña, tonto, lento o a “garabatos”, crea pensamientos negativos hacia él mismo y emociones de enojo y tristeza que pueden quedar arraigados de forma permanente.

Estrategias ante la frustración:


 ·         Enseñarle técnicas de relajación. Todos nos enfrentamos a las situaciones adversas de una forma más positiva si estamos relajados. Un buen consejo es enseñar a los pequeños a aumentar su tolerancia a la frustración a través de la relajación del cuerpo.

     ·         Enseñar a identificar el sentimiento de frustración cuando aparezca. Por ejemplo, “Juan está rabioso porque no ha hecho bien esta resta. Inténtalo con otra y tómate más tiempo”.

       ·         Enseñar al niño cuándo debe pedir ayuda. A algunos pequeños les cuesta pedir ayuda, mientras que otros la piden constantemente y de inmediato. Hay que enseñar al niño a intentar encontrar una solución primero. Si se siente frustrado al realizar alguna tarea, debemos intentar enseñarle a evitar la frustración: “¿qué podrías hacer en lugar de enfadarte o abandonar la tarea?”.

       ·         Representar papeles. Se puede jugar con el niño a interpretar una situación frustrante. Por ejemplo, el pequeño tiene que hacer los deberes pero quiere irse a jugar al parque. Primero, el niño interpretará la frustración y luego adoptará el rol opuesto. Se le puede animar a que hable consigo mismo de forma positiva y busque una manera de resolver el problema.

     ·         Reforzar las acciones apropiadas del niño. Es importante elogiarlo cuando retarde su respuesta habitual de ira ante la frustración, y cuando utilice una estrategia adecuada.

      ·         Modificar la tarea. Enseñar al niño una forma alternativa de alcanzar el objetivo.