Las vacaciones
son vacaciones, y la idea es que ellos respiren y descansen del intenso trabajo
al cual se ven sometidos durante su época de estudio.
Los horarios de
los niños, y que si bien ya no deben levantarse a las 7.00 AM para ir al
colegio, tampoco es aconsejable que se despierten al medio día. Hay que tratar
de mantener un horario prudente para no perder la rutina de levantarse temprano
para la escuela.
Las actividades.
Que sean
familiares es lo más recomendable. Ir al
cine, ir a comer o viajes, son algunas alternativas, pero el desarrollo
de los niños va mucho más allá. EL realizar ejercicios permite que los niños
puedan canalizar sus energías y despegarse de las tecnologías, algunas
actividades que se pueden realizar: caminatas, andar en bicicleta o visitar
algunos parques cuando el clima lo permita.
Lectura: el
poder en familia leer algún libro o historia al horario de la tarde / noche.
Aquí todos los que componen la familia deben participar, leyendo un poco cada
uno. Así se crea un ambiente de entendimiento e interés por lo que se lee,
escucha y por los que participan colocando atención.
Las actividades
con los video juegos, celulares, pc, Tablet, etc. deben ser utilizados como una
herramienta de entretención momentánea y no como algo que sea rutinario, ya que
las vacaciones son justamente el poder descansar el cerebro. La exposición
continua a las pantallas van generando dependencia de los niños a los estímulos
que puedan mostrar, es por esto que hay que tener cuidado con lo que se ve.
Si
a los niños los llenamos de actividades y sobre estímulos les coartamos la
posibilidad de desarrollar su creatividad ya que, de alguna manera, estamos
'reprimiendo' todo lo que el niño pueda estar fantaseando.
La imaginación es un
aspecto fundamental en el desarrollo de todos los niños, no hay que cansarlos
en la vacaciones o mantenerlos entretenidos todo el día.
Cada edad es
diferente y los momentos de concentración y tolerancia a la exigencia van
cambiando y madurando, aun así el ocio siempre es necesario.
Hay que balancear las cosas para no “quemarse” u “odiar” las vacaciones.
Lo ideal es que,
toda la familia disfrute y que no se trate solo de entretener al niño, sino que
también se diviertan los padres y que puedan interactuar, más allá de las
tareas.
"El tiempo que
los padres pasen con los hijos
es recordado por ellos
como un importante tesoro"