Pero, nuestros niños ¿Son aquellos que se deben responsabilizar de todo sus quehaceres? según mi perspectiva, NO. Aquí es donde interviene la mano amorosa de los padres o tutores de los niños, ayudándolos a que puedan desarrollar ciertos hábitos que lo van a acompañar durante toda su vida. El poder guiarlos a temprana edad permite que las redes neuronales puedan desarrollarse para que vallan entendiendo poco a poco lo que esta sucediendo. Cuando los niños empiezan a preguntar por ciertas conductas que debe realizar, se les debe explicar de manera sencilla, sin rodeos el porque estos hábitos son de beneficio para su desarrollo.
El recuadro muestra un reloj de hábitos para los niños y niñas donde cada familia puede ajustarlo según las realidades de cada hogar (tomar en cuenta que hay colegios, liceos o escuelas con jornada completa).
Si nosotros como adultos somos capaces de entender que los hábitos son importantes en la vida, nuestros niños van a percibir poco a poco que son necesarios para desarrollarse como persona.
